Además de su funcionalidad como estructuras divisorias, las paredes, tienen varias funciones que se deben tener en cuenta al momento de diseñar y decorar nuestros espacios.
Las paredes ocupan una importante superficie en los hogares y edificios en general, permiten el aislamiento acústico y térmico, crean espacios cerrados que ofrecen intimidad y son una herramienta clave para la decoración.
Hace algunas décadas el cuero se ha presentado como una opción atractiva en el recubrimiento de paredes, por su versatilidad, calidez y elegancia. Adicional a estas cualidades, es un material que se adapta con facilidad a las superficies y ofrece un apoyo al aislamiento térmico.
Cuando hablamos de decoración de paredes, hay varios factores importantes a tener en cuenta.
- Textura. Ésta tiene un efecto visual importante y puede ofrecer al tacto una experiencia interesante. En el caso del cuero, dependiendo del acabado que se dé al material se pueden ofrecer diferentes texturas, volúmenes, grabados y estilos.
- Diseño. Éste depende fundamentalmente del espacio y del estilo que se quiera dar. Con el cuero, a través de diferentes opciones en la ubicación de los paneles con los que se recubren, se puede jugar con diseños tradicionales y modernos que se ajusten a la sensación que se quiere transmitir en el espacio; ya sea calidez y/o elegancia. La nobleza de este material, permite su combinación con gran variedad de materiales, como por ejemplo madera, acero inoxidable, bronce, textiles, etcétera.
- Color. Los tonos claros y fríos dan una sensación de espaciosidad, mientras las tonalidades oscuras y cálidas reducen la sensación de espacio pero aumentan la percepción de un área acogedora. Los tipos de cueros y paleta de colores disponibles nos permiten explorar combinaciones que dan relevancia a nuestras paredes en cuando a decoración y estilo.























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